Ðavid A. Osorio S

Todos han adoptado el ridículo modelo de prohibir el carro e imponer la cicla y el pésimo sistema de transporte público, pero quien empezó con eso fue Peñalosa.

El pico y placa fue su idea. Las pegatinas del pico y placa que costaron una fortuna y no sirvieron para nada fue su idea. Traer Transmilenio (un medio de transporte no sólo costoso sino ineficiente, peligroso, sucio y cuyas primeras dos líneas destinan más del 90% de sus ingresos a bolsillos privados) fue su idea... con la plata del metro. ¿Quién hace un sistema de transporte público que se detiene en semáforos? La idea la tomó de una ciudad que tiene una cuarta parte de la población de Bogotá, y el sistema funciona para ese número de personas, no más. El relleno fluido ocurrió durante su mandato y tiene a su entonces director del IDU, Andrés Camargo, pagando cárcel, cuando la responsabilidad era de él. Cerró las bahías de parqueo y las conexiones entre avenidas y paralelas causando embotellamientos con los cuales pretendió justificar sus medidas represivas para que más personas tuvieran que usar Transmilenio.

Es el precursor de la absurda excusa de que "no hay espacio para más vías" y luego decir alegremente que como eso es así, entonces sigamos quitándole vías a los carros. Sé que los otros plantean ridiculeces similares, pero este es la semilla del mal.

Para completar, Peñalosa es un tramposo de miedo: la consulta popular de 2000 para restringir todos los carros particulares a partir del 2015 no pasó, pero Peñalosa igual decretó la medida como si la consulta hubiera sido exitosa ( http://de-avanzada.blogspot.com.co/2010/08/la-trampa-penalosista.html , afortunadamente, esta ridiculez fue derogada por Mockus, pero no quita el carácter mañoso y tramposo de Peñalosa; yo creo que es hasta delito: fraude en documento público).

Y está aquello de gobernar con odio. El papá de Peñalosa fue ministro en el siglo XX y fue acusado de tráfico de influencias y perjurio, por lo que tuvo que renunciar y su familia fue expulsada del club del momento. El actual candidato no pudo soportar esto y por eso expropió la cancha de polo del Country Club. Como no ha podido superar su resentimiento, entre las simpáticas ideas que ha soltado estuvo la de colaborar con la guerrilla para que entraran a los clubes y se los tomaran.

A él sólo le importa el poder, por eso ha hecho campaña con todos, desde el Polo hasta Uribe, pasando por todo el espectro de colores y partidos: él sólo tiene claro que quiere erradicar los carros y aferrarse al poder, nada más, y sus políticas son a la malditasea: su carácter impositivo, totalitario y prohibicionista es antidemocrático y peligroso. Una persona así no es idónea para ostentar un cargo que requiere algo de responsabilidad, mucho menos una ciudad.

Como guinda del pastel, Peñalosa ha sido premiado por todas las empresas que se vieron beneficiadas durante su alcaldía: http://www.elespectador.com/opinion/palabras-de-penalosa

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- El estudio de lenguas indígenas es clave para ampliar el conocimiento de nuestra propia historia, para ampliar el acervo cultural humano y puede servir, además, como insumo para hacer antropología.

- La revitalización lingüística (enseñar la lengua indígena como segunda lengua) me parece un desperdicio de tiempo y recursos injustificable, producto de la melancolía buensalvajista. Los niños víctimas de esta medida podrían carecer de competencias necesarias en el mundo laboral... que otros habrán visto, mientras estos aprendían lenguas en desuso. Y todo por los devaneos tropicales y bucólicos de personas que quieren imponerle su visión de la vida a niños que necesitan ser preparados para el mundo al que se van a enfrentar. Si alguien ya mayor de edad quiere aprender lenguas indígenas por su propia iniciativa o por necesidad bien pueda, pero imponer esto en los currículos escolares es absurdo.

- El estudio sí; la imposición de su aprendizaje no creo.

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Es antiuribismo de oficio. Caballero acierta en algunos puntos (2, 5, 6, 7, 8 y 9). En otros no, por ejemplo:

1. Cae en el falso dilema de impunidad o continuación indefinida de la guerra. Empecemos porque nunca ha habido guerra (no realmente) porque siempre ha habido negociación, vamos 33 años negociando con terroristas. Segundo, exigir que el Estado cumpla su obligación y defienda a la ciudadanía mediante el uso de las armas y, si es necesario, hasta exterminar a las Farc, es una postura completamente democrática. Tercero, es obvio que a Uribe no le interesa acabar con las Farc, pero él no tiene la única postura anti-negociación; está la nuestra que se asemeja más a lo que han dicho HRW y la Comisión Colombiana de Juristas (cuyas críticas Caballero siempre parece esquivar o ignorar).

3. En teoría es así, pero visto como funciona la administración de justicia en el país, yo me guardaría el optimismo hasta no ver resultados.

4. Se escapa por la tangente. Sí, puede que los delitos no sean de lesa humanidad, pero el punto (al menos para mí) es que con los acuerdos se condonan (o se condonarán). No sé si su reivindicación del narcotráfico como una burla al imperialismo es sólo estúpida o también ignorante. Sí, vender drogas no tendría por qué ser castigado, pero el narcotráfico incluye un factor de bandas criminales, mafias y sicarios que resulta inaceptable y ningún comentarista de actualidad tendría que dejar de lado. La mención a Justicia y Paz tiene tanto de hipocresía como de falacia tu quoque: si a Caballero le molesta Justicia y Paz por ser un pacto de impunidad terrorista (que lo es), ¿por qué no se molesta con La Habana, que es la misma mierda, sólo que para terroristas distintos?

5. En este punto, ambos tienen la razón; lo menciono para explicar. Los terroristas podrán participar en política (queja de Uribe) y no es algo que sea tan grave (respuesta de Caballero): a ver, los políticos colombianos no son particularmente ilustrados, ni son dechados de virtudes o prohombres de la patria; son en su gran mayoría unos pobres muertos de hambre que quieren seguir ganando millonarios salarios y atornillarse al poder, demabobos con un historial de desprecio absoluto por la ley y la Constitución, a quienes el votante les importa poco menos que nada y que harán cuanto puedan por imponer sus gustos y preferencias por vía del aparato estatal, así a la malditasea. El Congreso ya está petado de ignorantes, criminales, totalitarios y delincuentes, ¿por qué iba a ser especialmente terrible con sus nuevos mejores amiwis?

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Lo que ya dije de GamerGate: http://ask.fm/Daosorios/answer/119812382962

— GamerGate es un movimiento de consumidores de videojuegos (gamers), que cayó en cuenta que los periodistas que cubrían su hobbie carecen de cualquier tipo de ética, así que empezaron a denunciar a esa gentuza que, utilizando los medios a su disposición, ripostaron tildando el movimiento de ser machista (está todo muy en la estúpida tónica posmoderna de que si criticas o estás en desacuerdo con lo que dice alguien de una minoría entonces eres un opresor). El movimiento ha tenido dos encuentros en persona y ambos han sido amenazados con bombas y la Policía ha tenido que desalojar el lugar... pero claro, los inhumanos son los de GamerGate. A pesar de haber denunciado pederastas y apologistas de la violación, y de oponerse al matoneo y el acoso virtual, los miembros del movimiento son víctimas de una campaña de desprestigio. (Por ejemplo, la feminista Christina Hoff Sommers, quien ha luchado toda la vida por los derechos de la mujer y la igualdad, es acusada de machismo.)

— Zoe Quinn (cuyo verdadero nombre es Chelsea Van Valkenburg) es una desarrolladora de videojuegos que le dijo a su entonces novio, Eron Gjoni, que ella consideraba "violación" que alguien engañara a su pareja y luego se acostara con ella sin decirle, pues había riesgo de ITS y se rompía la confianza. Pues Quinn le puso los cachos a Gjoni con cinco tipos, no le dijo nada y siguió follando con él sin condón ( https://thezoepost.wordpress.com/ ). Uno de los tipos con los que lo engañó era Nathan Grayson, periodista de Kotaku, de quien consiguió una buena reseña. Grayson también publicó una historia falsa acusando de machista una caridad de videojuegos para que ella pudiera abrir su propia 'caridad'. Entre los otros tipos con los que durmió están Robin Arnott —juez de un concuro de videojuegos en el que ella participó— y Joshua Boggs —su entonces jefe, quien además estaba casado; por lo que la esposa de Boggs también fue 'violada' en los términos de Quinn—. Luego saboteó un proyecto de The Fine Young Capitalists que le enseñaba a desarrollar juegos a niñas sin habilidades computacionales y parte de lo que se recogía con esos juegos se donaba a investigación de cáncer de colon y otra parte se lo quedaban las niñas. No feliz con eso, Quinn reveló los datos personales de estas personas y atacó el sitio con denegaciones de servicio. Hay más, mucho más ( https://encyclopediadramatica.se/Zoe_Quinn ), pero creo que con esto sustento bastante bien mi afirmación de que Zoe Quinn es una psicópata.

— Anita Sarkeesian: me quedé sin espacio. Te puedo responder si me haces una nueva pregunta sobre ella.

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