Ðavid A. Osorio S

Depende mucho de a quién le preguntes, *dónde* y *cuándo* lo hagas.

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Por ejemplo, ser "liberal" en EEUU hace unos años era lo que en España se identificaba como ser "progresista". Y "liberal" en España era lo que era ser neoliberal (que por lo general iba acompañado de conservadurismo social). Entonces, "libertarismo" (o libertarianismo) era progresismo social y derecha económica.

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En los últimos dos o tres años, sin embargo, "liberal" (o "Classical Liberal") ha pasado a ser un sinónimo de ser libertario y el libertarianismo más o menos se ha vuelto ser de derechas (conservador social y económico).

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No obstante, a mitad del siglo XX, había dos tipos de "liberal", el "liberal clásico" (libertario en lo social y derecha económica) y el "welfare state liberal" (libertario en lo social y de izquierda en lo económico), que es lo que pasó a entenderse por "liberal", aunque la palabra ahora ha perdido ese sentido porque el progresismo se ha vuelto de izquierda económica pero conservadora socialmente (la izquierda regresiva y posmoderna, los SJWs).

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Yo soy de un ferviente liberalismo (libertarianismo) social, y en lo económico estoy a la izquierda del centro, porque creo que el Estado y la sociedad tienen la obligación de ofrecer un tejido social fuerte para que las personas tengan acceso a educación y salud de calidad que les permita gozar de una relativa igualdad de oportunidades frente a aquellos que nacieron en cuna de oro.

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No sé con qué palabra se etiquete ahora el cuadrante con el que me identifico; el mejor resumen que he encontrado hasta ahora es decir que soy un libertario civil de centro-izquierda.

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- Entiendo a las personas de los dos lados: a quienes no quieren mancharse votando por un cretino y a los pragmáticos que votan por el menor de los males, no porque sea bueno, sino porque no es tan malo como el otro.

El voto tiene una dimensión moral y ética, y un demócrata que se respete tendrá un problema con su conciencia al votar por un caudillete como Petro — yo lo tuve; y algunos lo tuvieron al votar por la coima del hampón (más sobre esto luego).

Por el otro lado, también entiendo que las votaciones (que no la democracia), y más como se conciben en Colombia, implican un juego suma cero y que, en puridad, lo lógico es votar por el menor de dos males; que nosotros votamos más *contra* alguien que *por* alguien. (Regresando a lo de algunos demócratas que votaron por Duque, es porque lo consideraban el menor de los dos males, aún a pesar de que son conscientes del nido de hampones que es el 'Centro' 'Democrático' — yo no comparto sus conclusiones, pero mentiría si dijera que no lo entiendo o que su análisis no tiene asidero en la realidad; para la muestra, el análisis de Andrés Mejía Vergnaud y su respuesta a las críticas: https://mejiavergnaud.com/blog/2018/6/14/por-qu-no-voto-por-petro-post-muy-muy-largo-y-probablemente-impopular ; https://mejiavergnaud.com/blog/2018/6/16/respuesta-a-las-respuestas-de-constantino .)

Hace algunos años, yo estaba en el primer grupo: la superioridad moral de mi elección. Hoy en día, me encuentro en el segundo: tengo la convicción de que no ensuciarse las manos activamente para mantener la conciencia limpia es una forma de ensuciarse la conciencia por omisión. Creo que es iluso pretender que el voto en blanco no es una elección, porque el hecho de que no lo sea por acción no significa que no lo sea por omisión. Sé que algunos votantes del blanco tienen esto claro, y que de ellos, algunos consideran que el caudillismo y autoritarismo de Petro es igual de malo al de Uribe, por lo que votar en blanco no era ningún problema moral porque no iban a elegir el menor de dos males, sino abstenerse de elegir entre dos males iguales.

Es que eso de alabar a dictadores como Chávez y negarse a condenar sus exabruptos cuando hacía las mismas canalladas de Uribe tenía que pasarle factura. Lástima que quien terminó pagando los platos rotos fue la ciudadanía.

- Sí, me parece justa. Petro votó blanco en 2010 porque le convenía y lloriqueó contra los que lo hicieron en 2018 porque no le convenía. Aunque no es nada nuevo: los únicos principios de Petro son hacer lo que le convenga a Petro... como lo fue seguir en campaña aún a sabiendas de que en segunda no le ganaba a Duque ni con las claves de Age of Empires.

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Aclaremos que yo no rechazo la filosofía. Lo que rechazo es que sea una carrera académica, la Filosofía, en vez de una parte de los currículos. Que un entrenamiento en lógica formal siempre viene bien, en cualquier campo, pues, pero que la "filosofía de la Biología" le corresponde a los biólogos, y la "filosofía de la Física" debe ser hecha por físicos, y que para hablar de "filosofía del Derecho" lo propio es que la hagan los juristas.

Ahora sí: para afrontar las preguntas de "qué es la ciencia" o "qué es la pseudociencia", o cualquier otra definición, recurro al diccionario y la enciclopedia; así que supongo que mis coordenadas intelectuales son las de la Ilustración.

"Ciencia" es usada diferente según el contexto. Los contextos en los que yo la utilizo (y en los que me muevo) son el de una postura personal de interrogar escépticamente al universo, y el de la colección de herramientas, pasos y procesos que componen el método científico (o los métodos científicos). Vamos, lo que nos permite conocer el mundo (o lo que más nos acerca a ello) y, en consecuencia, tomar mejores decisiones.

"Pseudociencia", a su vez, hace referencia a las prácticas que pretenden hacerse pasar por ciencia para gozar de su legitimidad a pesar de que se alejan o directamente reniegan de la aplicación rigurosa del método científico. Dijéramos, pues, la homeopatía es pseudociencia, porque los charlatanes que la promueven insisten en que es medicina legítima, y hasta se inventan pseudo-journals con el objetivo de publicar 'estudios' metodológicamente defectuosos que 'demuestran' que funciona. O esas prácticas onanistas de Séralini, que se atreve a llamar 'papers', aún a pesar de que su poder de predicción (un rasgo distintivo de cualquier disciplina científica) es nulo.

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Por contra, la creencia en la abducción por parte de ovnis, o la de que los gnomos de jardín cobran vida en las noches no son pseudociencia porque no tienen un grupo de creyentes y promotores disfrazando esas invenciones de ser ciencia y pretendiendo que han llegado a sus conclusiones siguiendo el método científico — a pesar de que los cuatro ejemplos se encuentren firmemente en el campo de la anticiencia.

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Creo que en su celo de desprecio por Petro, Abad cometió uno de dos posibles errores de razonamiento: o cayó en un hombre de paja (Petro prometió la *oportunidad* de educación para todos los jóvenes, y este lo interpretó como "educación para todos") o Petro realmente hizo la promesa de educación para todos, en cuyo caso, Abad le siguió el juego y se metió en un berenjenal absurdísimo: que no todos los jóvenes quieran ni puedan ir a la Universidad, que bien puede ser cierto, no significa que esa sea una realidad que deba ser aceptada pasivamente sin intentar cambiarla o moderarla.

Lo de que no todos los jóvenes deban ir a la Universidad, ahí sí ya es a gusto del lector. Yo tengo la convicción de que si bien obligarlos está mal, el Estado debe esforzarse porque más jóvenes tengan la oportunidad de ir, y hasta haya incentivos por tener una educación profesional (o técnica).

Creo que Petro es un populista de miedo, y que sus juegos con los sueños y las oportunidades de muchos deben ser cuestionados. Creo que Abad pudo haberlo hecho mucho mejor y que aquí se dejó llevar por la emoción y no se tomó el tiempo necesario para ponderar la redacción del tweet.

Lo de clasismo blanco es una estupidez como un castillo, así como la reacción generalizada al trino. No es lo más lúcido que le he leído a Abad, ciertamente, pero pretender que por este tweet no ha escrito nada que merezca la pena ser leído o que sea mal columnista, o que no tenga merecido su puesto como líder de opinión (en la humilde mía, uno de los pocos que en Colombia le hacen honor a la designación), es sacar todo el tema de proporción... que es lo que los creyentes del caudillete hicieron, por supuesto.

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No lo sé. Pero es que nadie lo sabe: ahí lo que hay es una correlación, no una relación de causalidad.

Pero a los creyentes de cualquier secta se les dan fatal las cifras, y el mundo basado en hechos y evidencias, y el creyente uribista no es la excepción. El gráfico no es una prueba de causalidad, así que no hay evidencia para atribuir a Uribe el descenso en el número de secuestros. Y lo que se puede afirmar sin evidencia se puede descartar sin evidencia.

Por cierto, la cifra está mal: durante la primera Era del Terror de Uribe las cifras de secuestros por año no bajaron de las 1200: http://lasillavacia.com/historia/pais-libre-tenia-razon-el-secuestro-no-desaparecio-durante-la-seguridad-democratica-45060

Mucha suerte encontrando a un uribista (o cualquier otro tipo de creyente) dispuesto a debatir honestamente con cifras.

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Primero, aclaremos algo: Santos no traicionó a Uribe. Santos fue elegido Presidente, e hizo su trabajo como consideraba... que es para lo que es elegido un Presidente. Que Uribe le hubiera dicho a sus creyentes que votaran por él y estos fueran tan imbéciles de hacerle caso, es problema de ellos, no de Santos. Que Uribe tenga la disparatada idea de que el único que puede gobernar en Colombia es él, ya sea en cuerpo propio o a través de interpuesta persona, es su tara personal y la de sus creyentes. Para tener esa obsesión con la Presidencia y haberla ocupado durante ocho tétricos años, al señor Uribe ciertamente se le da fatal entender los cosas más básicas de la misma.

Dicho lo cual, Santos estuvo preparándose para ser Presidente toda su vida. Duque es un lambón de mierda sin cojones para tomar decisiones por sí mismo. Así que será lo que es: una marioneta que otro hampón maneja con el meñique.

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